Siempre he reconocido que Agridulce tiene vida, que se presentó ante mí porque necesitaba contarse.
Creo que incluso tiene más vida de la que yo llego a entender o vislumbrar.
Para mí, Agridulce ha sido una forma de reencontrar mi voz, un camino para entenderme.
En ese momento, me atreví a creer que mi experiencia podría resonar en otras mujeres. Jamás hubiera imaginado que también se llenaría de otras voces, de otras historias, experiencias y personas que le permitirían crecer, hacerse… ser.
Me llena de inspiración rodearme de mujeres excepcionales que, a través de sus palabras y de la vulnerabilidad que implica compartirse, hoy quieran hacerlo en Agridulce.
Agridulce somos todas quienes quieran sumarse. Invitadas están.
Porque nuestras historias son más que un eco, son, en realidad, un entramado de vida, que nos ilumina a todas.
Así que, si te gustaría contar una parte de tu historia en Agridulce, aquí siempre habrá un lugar para ti, pues nuestras historias exigen ser contadas, leídas… honradas.
Que quede un agridulce vestigio, de lo que antes no hablábamos pero ya no callamos.
Si estás interesada en escribir en Agridulce, por favor envía un correo con tu texto o dudas a escribe.agridulce@gmail.com.
Los textos pueden ser de cualquier tema que evoque un poco de nuestra identidad como mujeres.
Pueden ser con seudónimo, anónimos o con nombre, según tu preferencia.
Cada jueves se compartirá una nueva historia de este entramado que construimos juntas.
