Me gustaría poder reclamarte, enojarme haciendo acopio de todo este dolor que siento y exigirte una despedida. Pero dime, ¿hacia dónde dirijo mis reclamos? ¿Que se los lleve el viento? Tal vez así mezan tu cabello, siempre trenzado.
Etiqueta: despedida
Sin remitente
De los secretos que han surgido en cuarentena, descubrí una carta, escrita hace dos años, para nunca entregarla a su destinatario: un gitano. Un dios esporádico que me cambió la vida y que hoy merece salir para borrarse de los recuerdos del mundo.