De mi mamá permanece todo... No sé si se lo debo a ella, o si me lo debo a mí misma: ayudar a quienes pasan por su misma historia, que puedan verlo a través de los ojos de ella.
Hoy perdí
Hoy perdí la batalla. Me perdí en la necesidad de hacerte entender. Me derrotaste. Y, con ello, me encontré.
14 de enero de 2020
En cuanto recibí su mensaje, temblé. Me gustaría negarlo, decir que no me dolió, decir que seguí con mi vida como si él no estuviera escribiéndome, pero estaría mintiendo. Accedí a verlo, a tener esa conversación que tantas veces imaginé en mi mente.
La mujer que me inspira
Este poema es la recopilación de las voces de distintas mujeres. Por ello, el poema es de todas, es, precisamente, un entramado de nuestras vidas. La mujer que me inspira todos los días: mi mamá, mi abuela, mi hija, mi hermana... algunos nombres, sin jamás nombrarlas a todas...
El pasado no es tan malo
El pasado no es tan malo: te enseña aquello que no quieres ser, o no quieres repetir, pero también, aquello que quisieras mantener. El pasado no es tan malo.
Me gustaría que supieras…
Me gustaría que supieras cómo me sentí. Me gustaría que supieras que sí, las niñas recordamos, vemos y sentimos todo lo que pasa a nuestro alrededor. Me gustaría que supieras que tus actos no me definen a mí, pero a ti sí.
Inescapable
A través del tiempo, he logrado hablar, poco a poco y cada vez más. Ya no se me quiebra la voz. Ya no soy ella. He logrado separarme de aquella piel que violentaron. He logrado limpiarla.
Febrero de 2020
Si un día no regreso, quémenlo todo. Hoy lo creo y lo siento, pero hubo un tiempo en el que no fue así. Cuando estuve en una relación abusiva sentía que no valía nada. ¿Cómo creer entonces que vale la pena quemar el mundo por alguna de nosotras? Así. Quemándolo. Quemémoslo todo. ¿Qué ganamos con esto? Ruido. Incomodidad. Fuerza.